Historia de Mburucuyá, Corrientes
Mburucuyá surge en la segunda mitad del
Siglo XVIII, con el asentamiento espontáneo de pobladores
con la finalidad de explotar la tierra. Levantaron una pequeña
capilla, puesta bajo la advocación de San Antonio.
Al poco tiempo, la población de Mburucuyá,
Corrientes, sintió la necesidad de una iglesia
de mayor capacidad que la pequeña capilla.
A fines de 1831, el vecindario inició la construcción
de una nueva iglesia, pero esta vez el gobierno contribuyó
en gran parte, mediante las gestiones del infatigable Coronel
Benítez.
El significado de la palabra Mburucuyá
corresponde a una enredadera que crece sobre los cercos y árboles,
la cual tiene una fruta de forma ovalada que cuando madura adquiere
un color naranja intenso, y sus semillas de sabor dulce, son comestibles.
La particularidad de esta planta es su flor violácea,
también llamada Pasionaria, porque en su forma, se encuentran
similitudes con los elementos de la Pasión de Cristo, tales
como la corona de espinas, los tres clavos, y las cinco llagas.
Existen hipótesis aún conservadas por la tradición,
respecto del nombre de Mburucuyá. Se dice que en los campos
donde se formó el pueblo abundaba dicha planta, por lo
cual se le dio el nombre de Mburucuyá
poty, que significa lugar de la pasionaria.