La naturaleza ha premiado a la ciudad de Itá Ibaté
con un paisaje inigualable de bellas y rústicas costas.
Sus extensas playas se revisten de una fina y blanca arena que
atrae a turistas y provincianos, ideal para pasar la época
estival en un sitio de ensueño.
El Balneario Municipal se extiende en la costa
del río Paraná, bellamente enmarcada por las altas
barrancas y una espesa vegetación. Su ubicación
es propicia para la práctica de deportes náuticos.
En las Islas Ovechá, Melilla y Santa Isabel,
cuya orilla bañan las inquietas aguas del “Pariente
del Mar”, se encuentran agrestes quinchos construidos por
los propios Itaibateños. El visitante puede contar con
mesas y bancos de uso libre y gratuito.